Entendiendo los problemas éticos
como los causados por uno o más individuos y que afectan no solo a sí mismos
sino al colectivo ocasionando con ello consecuencias, podemos extrapolarlos a
diferentes ámbitos que van desde lo personal hasta lo laboral y profesional
afectando la imagen del individuo o de una organización.
Es así que en dichas actividades
se presenten situaciones en las que debe ser necesario tomar una decisión para
actuar de acuerdo a sus convicciones o a sus valores para tratar de ser consecuente
consigo mismo y con su ideal de lo que deba ser correcto.
Uno de estos dilemas éticos es el
del Conflicto de Intereses en el
cual el juicio de un individuo o una organización así como la integridad de sus
acciones se ven influenciadas por un interés secundario el cual generalmente
está relacionado con lo personal o lo económico. Se incurre en ellos con frecuencia y
principalmente en el ámbito laboral de organizaciones y empresas cuando el
individuo en lugar de cumplir con lo debido lo que ocasiona es orientar sus
decisiones beneficiándose a sí mismo o a otro.
Si una persona en lugar de actuar
con lo que ofrece lo hace en búsqueda del beneficio propio o de otro estaría
cometiendo una falta a la lealtad y no estaría honrado su compromiso. Un
ejemplo de ello es cuando un individuo que se encuentra en una dependencia que
asigna licencias de construcción recibe algún beneficio ya sea económico o de
otra índole para favorecer los intereses de la constructora propiedad de su
suegro la cual no cumple con los requisitos legales para el ejercicio de la
actividad.
De acuerdo con esto los
conflictos de interés pueden tener diversas interpretaciones entre las cuales
está la concepción de una postura relativista en la cual se justifica que los
factores humanos cuentan con la capacidad y aptitudes para resolverlo sin tener
que ocuparse de lo ético. Cuando el individuo obra para su propio interés
podemos hablar del egoísmo ético ya que para sí mismo es la única manera moral
de obrar en la que se hace consciente de su realidad moral.
Se puede acordar que no resulta
éticamente correcto ir en contra de los intereses de la empresa; también que se
debe reparar el daño causado y que no se puede obligar o inducir a alguien a
que haga algo indebido o que lo exponga al peligro. El primer paso que debería
cumplir la persona o la organización es el de localizar y solucionar dichos
problemas.
Esta solución de problemas se
debe hacer reconociendo lo malo que se ha realizado como ejercicio de auto evaluación aplicando los valores éticos empresariales de austeridad, ayuda
mutua, ahorro, prudencia tal como lo menciona Francesc Torralba, en su
participación en el evento de la IV Noche de la Consultoría https://www.youtube.com/watch?v=7YjlGrwUx38
Las responsabilidades deben ser
aplicables desde el parámetro de lo moral, lo jurídico y lo social para generar
confianza y transparencia y así si se encuentra frente a una situación que no
puede eludir debe aplicar las normas de la prudencia en la toma de decisiones.

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