El comportamiento humano se rige por lo que determina su cultura, sus
valores, sus emociones, sus actitudes, las relaciones con los demás, con su
entorno y la ética, sobre la cual recae
un gran peso de la conducta consciente del individuo cuando los conceptos
morales influyen en sus determinaciones.
En las primeras sociedades apenas se estaban implementando normas de
comportamiento y de relacionarse en comunidad a las que el individuo se adaptó
y que con el paso del tiempo fueron haciendo más completa y compleja la manera
de comportarse ya que la sociedad contemporánea es más cambiante y ofrece más
posibilidades de interactuar con los demás.
En todo entorno cultural se puede entender como algo intrínseco del carácter
humano el hecho de que los individuos busquen adaptarse a las normas de un
grupo, ya que de lo contrario se pueden considerar por fuera de la norma, lo cual
conlleva a que se apliquen acciones correctivas de carácter judicial y social.
Los cambios de la sociedad contemporánea también influyen en el punto de
vista ético y de la percepción de la realidad que tengan los individuos y de la
interpretación que hagan de lo entendido como costumbres, ya que éstas se
arraigan y adquieren legalidad gracias al continuo trato social haciendo más
variada y compleja su apreciación desde los valores pues acciones o
comportamientos que eran entendidos como normales hace décadas son obsoletos o
inexistentes hoy en día.
La incidencia de la ética en las profesiones se relaciona con las normas y
los valores a los que un individuo se ve conducido para que diferencie lo que
está bien de lo que no y así hacerse responsable de las decisiones.
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